Diario de abordo, Día 10

Día 10

Lluvia, lluvia, lluvia. Todo el día, parando y empezando de nuevo, una etapa muy dura dirección Cork. Mientras estaba en ruta una furgoneta se para más adelante al lado del arcén, baja un señor y me pregunta si quiero si quiero ir con él, que me lleva. La furgoneta era muy grande y cabía la bici con el carretón detrás, pero es como si yo hiciese trampa, jeje el de utilizar un medio de transporte por el simple hecho de que estuviera lloviendo. El señor se quedó muy sorprendido al decirle que no, que muchas gracias pero que prefería continuar con el camino en bici.

Más adelante encontré un sitio muy curioso, un bus cafetería. Esos que salen en las pelis de los EEUU, jejej. Con el frió que hacia y la humedad lo mejor pensé en gastar un poco de dinerito en un desayuno de campeones. Unos huevos fritos con unas cosas triangulares llenas de queso. Frito frito… pero que bueno esta lo frito cuando tienes hambre, jajaajj

El viento era insoportable y la lluvia me empapaba todo el cuerpo, se colaba por cualquier agujero, pero, aun así, estaba contento de poder poner todas mis fuerzas a prueba. Jejeej que masoca, jijiji. La bici muchas veces ni se movía, el viento era tan fuerte que tenía que bajar de la bicicleta para poder continuar. Por suerte no era constante de vez en cuando paraba la lluvia y el viento ya no se hacía tan insoportable. Así todo el día, un día durísimo. Al final del día me meto por un camino y busco un sitio en donde refugiarme y poder dormir. Que cansancio!!!