Diario de abordo, Día 1

Historieta

He dormido muchas veces a la intemperie con viento, frío, calor (este es el mejor) jejeje con niebla lluvia frío todo junto e incluso una vez cuando hacía el Camino de Santiago me quedé tirado en medio de los Pirineos, con mucha niebla, después llovió y más tarde, para acabar de rematarme, hizo mucho viento, vaya que lo pasé muy mal. Fue en la primera etapa de San Jean Pied du port a Roncesvalles. El autobús de Pamplona llego tarde y el siguiente de Roncesvalles a Saint Jean du Pied de Port lo perdí así que yo y un par más de chicos no estuvimos de esperar a la tarde para irnos hacia el punto de partida. Ya por esos años miraba de no gastar más de la cuenta así que tenía un presupuesto de 10 € para dormir y comer al día. En el Camino de Santiago muchos sitios valen alrededor de 5 € o incluso hay algunos que solo te piden la voluntad y 5 € me sobraban para comprar algo de queso pan o verduras. Así que salimos tarde de San Jean de Pied de Port Con mis otros dos compañeros recién encontrados en el camino. La idea era la de hacerlo en un solo día pero esa subida, la subida qué hay de Saint Jean du pied du port para pasar al otro lado de los Pirineos y llegar a Roncesvalles, es una súper subida y tuvimos que desistir de continuar. Más o menos al final de la subida hay un albergue francés y comentábamos que al día siguiente ya continuaríamos y que mejor era quedarse a dormir y cenar algo. La idea era muy buena pero al llegar y preguntar el precio, 30€, yo dije que ni hablar de pagar 30 € por quedarme a dormir, así que decidí quedarme a dormir fuera, no era la primera vez que me quedaba a dormir a la intemperie. Mire por fuera y vi que podía quedarme en un rinconcito al lado del albergue, pero el señor del albergue me dijo que eso no era posible que dormía dentro o si quería, más adelante, qué a unos kilómetros había un refugio de montaña en dónde podría pasar la noche. ¡Pues sí!  me dije todo convencido. Me despedí de mis compis y ni corto ni perezoso me fui en busca del refugio. La verdad es que ya estaba muy cansado con el tema de la subida pero me dijeron que no quedaba muy lejos más o menos a una horita. Empezó a bajar la temperatura ya no calentaba el sol y el frío se hacía notar más. Yo iba por la carretera principal en busca del cartel que me dijeron que encontraría, claro, pensé que con la niebla me lo podría pasar así que me pegue más cerca del arcén pero aun así cerca del arcén no encontraba ningún cartel y cuando ya llevaba más de una hora y media recorrida me di por vencido, no sabía dónde estaba. Al no saber en dónde estaba y volver hacia atrás no era una opción, me quede en ese lugar a acampar y dispuesto a pasar la noche fuera en el Pirineo francés. Llevaba conmigo las colchonetas de Yoga y ropa de abrigo así que no estaba nada preocupado. Pero la cosa iba a empeorar y empeoró, empezó a llover a cántaros y me tuve que poner rápidamente el chubasquero pero llovía tanto que me tuve que quedar debajo de un árbol sentado sobre las colchonetas enrolladas, con las piernas cruzadas y acurrucado, tapándome con el chubasquero e imitando una tienda de campaña, dejando que por debajo de las colchonetas pasase el agua y que el chubasquero me tapase completamente, así esperaría a que el tiempo mejorará. El tiempo no mejoro sino que aún empeoro más. Hizo lluvia y viento al mismo tiempo así que el agua fue calando por el chubasquero y me fui mojando. No paso mucho rato que ya empecé a temblar y la cosa no pintaba bien, por suerte después de un buen rato de estar temblando paró de llover. Empapado cómo estaba no podía hacer mucho para que no me cogiese más frío así que me desnude en medio de la carretera y me puse ropa seca. Pero la cosa mejoró solo un poco ya no podía más con mi cuerpo, cansado, mejor dicho agotado, temblaba sin parar. Hay personas que se pierden en los Pirineos, vi la película del Camino de Santiago en dónde un chico se había perdido y falleció. Debía de estar esta posibilidad en mi subconsciente porque puse una manta térmica de estas que se utilizan en la Cruz Roja en mi mochila por si aca así que la utilice, me saque el forro polar aun un poco húmedo porque no tenía ninguno más, me puse la manta térmica y encima el forro polar. Busqué un sitio que no estuviese muy mojado al lado de la cuneta, puse las colchonetas de yoga y me dejé caer rendido. No sé cuándo deje de temblar, solo recuerdo despertarme con la luz del día, creo que dormí alrededor de 3 horas. Ya un poco más descansado me cambio de ropa otra vez y emprendo el camino de vuelta a ver dónde está la dichosa señal que indica el refugio y Roncesvalles. La encontré !!, pero a unos 25 mts hacia el campo lejos de la carretera. Entre la dichosa niebla y a esa distancia era normal que me la saltase, jejeje. Esa es la peor de las veces que he dormido en la intemperie.