Diario de abordo, Día 12

El pueblecito llamado kinsale es bonito, pero no hay para tanto, jeje, pero aprovecho para ir al centro de información y preguntar si me dejan cargar la batería del móvil, mientras espero voy leyendo unos folletos informativos sobre lo que ver en la zona. Al leer los folletos veo que la traducción está fatal y se lo comento a la chica que está allí. Entablamos una conversación un poco larga pero muy entretenida. Le comento que esa traducción está fatal y ella me comenta que la hizo una persona que dice ser una experta. Mi respuesta es: no debe ser muy experta por la cantidad de faltas que hay. Ella se ríe y me dice que conoce a esa persona que siempre está alardeando de que sabe mucho español porque ella vive con un español y al final se ha hecho traductora. Nos reímos los dos porque le vuelvo a comentar que falta mucho para que pueda ser traductora porque está horrorosamente traducido, más bien literalmente traducido. E incluso los nombres comunes no los están correctamente traducidos, vaya que yo que hago un montón de faltas y no tengo mucha idea de corrección marqué como mínimo en un parágrafo de un palmo un total de más de 20 faltas de ortografía y sin contar las que a mí también se me escaparon, jejeje esto de utilizar el Google Translator no suele ser fiable y a esta traductora se la acaba de jugar, jejeje

Mientras estaba ahí también he conocido a unos españoles de Madrid y eso que nos ponemos a hablar de aquello y de lo otro y entre una cosa y la otra se nos han dado las 13h. Bueno ya es hora de dar vuelta por el pueblecito que la batería ya debe de estar cargada un poco, a ver si me aguanta. Pues después de un buen rato decido que mejor lo mejor es que me voy tirando…